martes, noviembre 17, 2015

#6 – La memoria

Me tiene hasta el lolly.

Cambio y fuera.

miércoles, noviembre 19, 2014

#5 – La (Otra) Pesadilla

Hola. Long time no see. Vengo a contar una de las peores pesadillas que he tenido en la vida.

En algún momento mencioné que me iba a cambiar de casa luego. Bueno, el "luego" es en 2 semanas más –JUSTITO al medio de mis bellas semanas de exámenes–, así que llegó la hora de em ba lar.

Con el embalamiento y la embalación (ya, sí, en verdad sé que se dice embalaje pero qué fome) uno empieza a encontrar hueás. Todos me lo decían "Ay, Dani, vay a encontrar tantas hueás". Y filo, en verdad no encontré tantas, pero sí algunas choras. Dentro de las hueás choras que encontré, casi todas están dentro de cuadernos y croqueras con muchos dibujitos y escribimientos.

Uno de esos escribimientos es el relato de una pesadilla.

En el año 2011, pod ahí pod Mayo, congelé y me cambié de carrera (en realidad de especialidá) y, obviamente, fue un estrés maomeno gordo y desagradable. Mi forma de sobrellevarlo fue meterme a clases de astrología (sí, súper esotérica) porque no creía en los psicólogos y ninguna de esas cuestiones (?). El punto es que igual el estrés guatón me atacó, y con ganas, y se expresó de la forma más desagradable del universo: problemas para dormir. Principalmente tenía pesadillas, y súper –SÚPER– feas. Tan feas que después me daba miedo quedarme dormida, y me llegó el bellísimo insomnio.

Igual me duró poco, nunca fue tan horrible como para ir al doctor o taparme en fármacos (eso me terminó pasando a fines del 2012, pero es una historia para otro momento).

Hoy, mientras ordenaba, encontré dentro del cuaderno del ramo que hizo que me cambiara de carrera (Conversión y la conchadesumadre) que al final tiene escrita con mucho detalle una pesadilla que no recordaba haber tenido, pero la leí y quedé como OH, CÉ TE EME. Así que decidí ponerla acá, tal como está escrita, aunque no se entienda mucho. Enjoy:

Prueba en la U en un cuarto piso y se me queda cuaderno y lápices y todo en el primer piso por ir apurada. Hay una fila gigante de personas afuera de la prueba y ya es casi la hora y todos me putean por colarme. La U es en realidad en el colegio y mis compañeros también.

Me vuelvo caminando a la casa, paso al McDonald’s 3 veces y casi me atropellan como 5 veces en Manuel Claro Vial que es una calle muy complicada.

Me da un infarto y me muero. Escena siguiente: me despierto en el ataúd cuando va en la “procesión” en el auto y queda la cagá (es ataúd de vidrio y no pasa piola).

Vuelvo a mi casa, están todos mis primos “celebrando” que estoy en realidad viva pero nadie me pesca mucho, supongo que les da miedo o rechazo la situación (a quién no?).

Conversando con mis primos les reclamo que todo se llevó a cabo mal en mi muerte: estaba en ataúd en vez de ser cremada y me habían CRUCIFICADO. Miraba mis heridas en las manos, todavía con sangre.

Me siento muy débil y muy lenta, probablemente por la pérdida de sangre, pero siento la necesidad de mejorar. Después me doy cuenta que “quedé tontita” por “haber estado muerta” como por 48 horas y le pido permiso a mi mamá para cambiarme de carrera (todo esto todavía en mi fiesta de bienvenida) y me dice que no.

Estoy tan débil que estoy convencida que no voy a despertar si duermo y que me voy a morir muy pronto, pero tengo muchas ganas de mejorarme.

Mis primas (Cony y Nati) me cuentan que mi resurrección salió en la tele, trato de seguir la conversación pero me esquivan.

Mi nana Rosa está en la casa y camino a ella, es la única que sí me pesca, mis heridas de las manos ya están cicatrizadas (todavía en la fiesta, donde habían estado sangrando) pero me sentía peor todavía que antes. Siento mi piel de un color como gris verdoso pálido, cero fuerzas.

Le digo a mi nana que me quiero mejorar y le pido un pedazo de una torta chocolate manjar para sentirme bien y la empiezo a comer a pedazos enormes diciendo “me quiero mejorar” y de repente miro la torta y en realidad no es la torta sino los horarios de atención de Víctor Pérez y mis horarios de prueba. Miro a mi nana y me mira con pánico y se levanta para venir a mí, miro hacia abajo y mis manos están sangrando MUCHO de nuevo. Me “desmayo” y me desperté.

– Lunes 23 de Mayo, 2011, 7:50 A.M.

En mi defensa, les advertí que la hueá era rara. Me da mucha risa la parte del McDonald’s y que mi mamá no me haya dado permiso para cambiarme de carrera, y también que reclamara que habían hecho mal mi funeral jajaja tengo como un pseudo trauma estúpido con eso (?).

Hace mil años ya que no tengo pesadillas así, me imagino que tengo que haber estado pasando por un mega mal momento al interiors, que obvio que bloqueé de mi mente porque siempre bloqueo todo. Además hace poco me había enterado que mi ec estaba andando con mi mejor amigo de la infancia (sí) entonces mi ensalá mental debe haber sido jevi.

Y eso, pues. Quiero tener ganitas de escribir más seguido pero la verdad cuesta la hueaita esta de tener cosas que contar.

Un abrapetazo (abrazo apretao en lenguaje tapitas del yogurt de antaño).


Suena: I’m Shakin’ – Jack White (que viene al Lolla y yo muero de felicidá)

lunes, octubre 20, 2014

#4 – El casi lanzaso

Hace un tiempo decidí dejar de usar el metro para volverme a la casa. Si bien me demoro menos, el viaje en micro se me hace harto menos desagradable. Aunque sea mucho más largo. Y es HARTO más largo. Pero aprendí a disfrutarlo, es el momento del día en el que de verdad no pienso en absolutamente nada más que no sea la música que voy escuchando y/o cualquier hueá irrelevante que pase por mi cabeza. Además siempre me voy sentada, no hace ni frío ni calor, es como casi perfecto.

Nunca me había pasado nada desagradable en la micro (fuera de la hueá que les conté del viejo guatón raro que abrió la ventana y bla bla bla) hasta hoy.

Había tenido un día bacán hoy. Onda esos días en los que todo sale relativamente bien. Goic me regaló un dulcecito por hacer una pregunta inteligente (milagro) y fue maravilloso porque no había almorzado. Después me junté con mi hermana y me había comprado un alfajor. Después en la U estaban vendiendo choripanes –tengo una pequeña gran fascinación por los choripanes– a 500 pesos. Era todo un food porn fest para el pequeño pig que es la Dani.

Además tocó Quilapayún y me pegué un descanso maravilloso haciendo hora para acompañar a un amigo junto a Netflix y Orphan Black –que obvio que me encantó– en la biblio UDP.


Sidenote: Mañana en la UDP van a dar Antichrist de Lars Von Trier. 7 PM. Auditorio del piso -1. Vayan. A deprimirse.


Y después como a las 9:30 me fui caminando hacia la micro, como todos los Lunes. La hueá pasó AL TIRO. Onda puse una pata en el paradero y la micro venía llegando. Y pensé "este día es perfecto :)" (no lo era).

En general vivo más o menos despreocupada, me vuelvo en micro a cualquier hora de cualquier lugar, y en general no tengo miedo a andar en la calle. Siempre he pensado que la gente que más susto tiene es la que le pasan las hueás. Yo vivo tranquilín.

Y estaba en mi tranquilidá en la micro, y de repente se subió un hueón a vender parches curita. Y al hueón se le cayó una tira al lado de donde estaba yo así que me agaché y se la pasé, obvio, y me dio las gracias. Estaba escuchando música al máximo (siempre) (seré sorda algún día, lo sé) y pegá al whatsapp con mis amigas, hablando de estrategias para ganar más puntos en un juego de mierda que me tiene viciá como hace un millón de meses (Cookie Run), temas importantes para la sociedá.

Y, de repente...

Este hueón de mierda al que le había recogido las cagás de parches curita va y me agarra el celular y tironea. Tengo fuerza NULA en las manos –onda al punto de tener que pedirle a gente x en la calle que me abra las botellas de jugo/bebida– pero POR SUERTE reaccionaron. Me sentí «ágil e intrépida como un guarén de acequia» (te amo, Pepi). Agarré el celular con toda la fuerza del mundo y el hueón se bajó corriendo. Andaba con otras dos personas más que se bajaron, la mina quedó atascada en la puerta de la micro, con la mitad del cuerpo adentro y la otra afuera.

La gente que estaba cerca mío me empezó a decir "AY, yo sabía que ese niño te iba a hacer algo! Si te estaba mirando!" y yo como "Y POR QUÉ NO ME DIJERON?!" y el caballero dijo "Porque no hay que meterse en esas situaciones". Y filo, no entraré en detalle de lo que sentí con eso que dijo el caballero. Quizá yo habría hecho lo mismo (nada). Además que obvio que era mi culpa. Whatsapp culiao.

Y esto fue recién como en Baquedano po, onda me quedaban como mil años para llegar a la casa. Estaba como mezcla de apestadísima y cagá de miedo y agradecida al mismo tiempo. Igual me rajé.

Aprendizaje: los días perfectos no existen.

:)

Fin.


Suena: Hotel Yorba – The White Stripes